Buses La Porteña esta pasando por la peor crisis de sus años de servicio.


Los últimos seis meses han sido los más complejos que ha tenido que experimentar la empresa de buses La Porteña en sus más de 60 años de vigencia. Primero fueron las consecuencias del estallido social, que provocaron la suspensión total y parcial de sus servicios durante algunos días debido a la instalación de barricadas en las carreteras. Y, cuando parecía que todos los inconvenientes comenzaban a quedar atrás, irrumpió el COVID-19 para remecerla con más fuerza.
Hace prácticamente dos meses que la empresa ha tenido que comenzar a hacer modificaciones en sus recorridos y horarios debido a la baja en la cantidad de personas que se movilizan en su medio de transporte como consecuencia de la crisis sanitaria y la cuarentena preventiva. Esto, incluso, ha llevado a la empresa a eliminar por tiempo indefinido un número importante de sus recorridos entre Petorca y Valparaíso. Los primeros buses de la mañana funcionan en las horas acostumbradas, pero la situación cambia cerca del mediodía, para luego retomar el servicio a media tarde..

La situación es compleja, como advierte el representante legal de La Porteña, Jorge Filippi, quien para ejemplificar lo que está ocurriendo comenta que si antes de la pandemia se realizaban 30 salidas al día, “ahora con suerte hacemos 5”, se lamenta. A eso hay que sumar que cada uno de los buses que realizan su recorrido, en general, no alcanzan a llenar ni siquiera el 20% de su capacidad de pasajeros considerando los tramos más largos.

Se lamenta Filippi, “es muy poca la cantidad de gente que está viajando, porque viaja solamente lo justo y los buses andan prácticamente vacíos y no nos alcanza ni siquiera para pagar el combustible. Es un tema grave”.

Desde la empresa están conscientes de la importancia de la permanencia de su servicio de transporte en la zona interior de la región, ya que actualmente es la única empresa del rubro que une en su totalidad la provincia de Petorca con Valparaíso; por eso se resisten a cesar su labor, aunque los números hace tiempo son negativos. Por eso, indica Filippi, “pedimos a la autoridad, como zona interior, donde somos el único medio de transporte, que al menos nos digan que nos van a financiar aunque sea una parte del combustible; sería la única manera de que podamos seguir trabajando, o sino vamos a tener que parar completamente y la comunidad va a ser la que va a pagar las consecuencias”.
Lo anterior se hace latente si se considera que desde la empresa aseguran que ya están obligados a sacar dinero de su bolsillo para comprar combustible y asumir también otros gastos, como los neumáticos. “No podemos seguir así. Es diferente en la zona urbana, que son recorridos cortos. Nosotros salimos de allá y tenemos que salir con un gasto de 160 mil pesos diarios”, añade el representante legal.
Desde la Seremi de Transporte recordaron que dentro del plan económico anunciado por el Gobierno no existe ninguna medida que sea sectorizada en específico hacia el transporte público. Ese plan, indica el titular de la cartera en la región, José Emilio Guzmán, “tiene algunas medidas que están relacionadas para las empresas como para las personas”.

En particular, respecto a un posible cese de los servicios de parte de buses La Porteña u otra empresa que esté con la misma problemática, desde la Seremi indicaron que, de producirse aquello y los habitantes de la zona involucrada quedaran sin servicio, se evaluarán las acciones a seguir. Estas podrían incluir eventualmente la habilitación de transporte subsidiado u otra alternativa que se barajará en su momento, informaron.

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